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Películas para Recordar – Hachiko Monogatari

“Hachiko Monogatari” es una película que narra la historia real de un perro japonés llamado “Hachiko”, el cual acompañaba a su dueño, el Profesor Ueno, todos los días a la estación de tren antes de que este fuera a trabajar dando clases en la universidad; el perro también estaba allí en la estación esperando cuando su dueño volvía del trabajo, rutina que siguieron durante dos años, hasta que desgraciadamente un día el profesor no vuelve, ya que muere de un infarto en plena clase. Hachiko, siempre fiel, esperó el regreso de su amo en la estación durante 9 años.

Hachiko

Fotografía real de Hachiko


Si quieres saber más acerca de la historia real de Hachiko, puedes ver el artículo que escribí acerca de él: Hachiko, el perro que esperó 9 años.

“Hachiko Monogatari” intenta recrear de la forma más fiel posible toda la historia, adentrándonos en la familia del Profesor Ueno y en la llegada de Hachiko, el cual es adoptado unos meses después de su nacimiento. Me encantó que esta escena (la del nacimiento) fuera una de las primeras de la película: ver al Hachiko recién nacido causó algo de escalofríos sobre mi espalda, sabiendo todo lo que se le iba a venir encima años más adelante.

El vínculo entre el profesor y el perro crece rápidamente hasta crear una relación bastante estrecha, aunque para ser sincero creo que la química entre el actor y el perro hubiera podido ser mejor; probablemente hubiera sido necesario más tiempo de adiestramiento para crear una mayor conexión entre los dos que luego se reflejara en pantalla. De hecho, el perro que actúa como Hachiko pudo haberse mostrado más emocional durante otros momentos claves de la película. En este sentido sí creo que la versión norteamericana de la película fue superior, mostrando un Hachiko con expresiones faciales que me transmitieron mucha más emoción, al igual que la química que mostraba con Richard Gere (quien hizo el papel del profesor Ueno en la versión norteamericana).

Una de las sorpresas para mí fue el tratamiento de la escena de la muerte del profesor y el subsiguiente luto por parte de la familia (o más bien, no-luto ). No sé si en Japón se suele tratar a la muerte de esta manera, pero tanto la viuda como la hija muestran una reacción bastante serena ante la muerte del profesor. No digo que esté mal, todo lo contrario, aplaudo una actitud madura hacia la muerte, pero no esperaba que fuera así. Esta actitud también se ve reflejada en la forma en que se muestra la agónica espera de Hachiko por su amo tras la muerte del mismo. Por supuesto que nos duele ver cuánto lo extraña Hachiko y cómo acude a la estación durante años esperando su regreso, pero las escenas son filmadas sin sobredramatizaciones ni extravagancias. Me da la impresión como si el director, Seijiro Koyama, hubiera querido restarle nostalgia a una historia que ya de por sí es bastante triste y logra conmover incluso al más frío; de todas formas, ni siquiera esta forma de filmar logrará evitar las lágrimas del espectador, especialmente si siente afecto por los perros o animales en general.

La actitud hacia la muerte no es el único aspecto cultural que podemos notar, ya que toda la ambientación de la película se desarrolla en Japón, con actores japoneses hablando en su idioma nativo (la vi con subtítulos); para los espectadores no-asiáticos, ver los aspectos de esta famosa cultura será todo un placer, con sus trajes, saludos, respeto mutuo, honor y todos aquellos valores por los cuales son famosos los nipones. Al menos ese fue mi caso.

Otra cosa que aprecié de la película fue el tratamiento de la etapa de espera de Hachiko y los personajes que lo acogen y alimentan durante todo este tiempo. Estas eran personas que trabajaban cerca de la estación y sabían por qué Hachiko seguía esperando, ya que habían visto la rutina que seguía el perro con el profesor cuando este estaba vivo. Esta era una etapa de la vida de Hachiko de la que quería saber más, y siento que la película me sació esta sed.

Estación de Shibuya en la época de HachikoEstación de Shibuya en la época de Hachiko


En conclusión, la película está bastante bien. Especialmente si has leído acerca de Hachiko (como yo), o aprecias la figura de este perro histórico, esta película es lo más cercano que llegarás a estar de revivir lo que sucedió. No es por casualidad que haya sido la película japonesa más taquillera de 1987. La película no está libre de pequeños defectos como los que mencioné, pero desde luego la perfección no existe. En general, la película está muy bien dirigida y cumple su objetivo de representar históricamente la vida del perro más famoso de Japón. Ahora, como nota aparte sí que debo decir que sí eres del tipo que rechaza el cine europeo y no quieres ver otra cosa que no sea la fórmula de Hollywood, entonces deberías ver la versión norteamericana con Richard Gere. Pero en general siento que esta versión es superior. Aquí les dejo el trailer oficial original:

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Eduardo García

Eduardo García es un fanático del mundo animal y graduado de guión y edición de cine. Co-fundó Animaltia para hacerle un humilde homenaje a los animales del mundo, y escribe en las secciones de Películas y Animales Famosos.

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