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Sargento Stubby – El perro héroe de la Primera Guerra Mundial

Cuentan los libros de historia que, al igual que el mítico sargento Pepper de los Beatles, Stubby fue uno de los sargentos más populares y conocidos del siglo XX, sólo que este último sí fue un sargento de verdad. Tal vez alcanzó la fama por su valentía, o por su audacia, pero creo yo que lo hizo por su carisma innato, ya que ─ en tiempos de la Primera Guerra Mundial ─ con su magnetismo y energía positiva, logró mantener a su tropa unida y al espíritu de sus soldados en alto. El sargento Stubby fue, sin lugar a dudas, un líder positivo y carismático. Quizás, eso haya contribuido al excelente desempeño de sus hombres y, en última instancia, a que los Aliados ganaran la guerra.

Sargento Stubby con medallasEl sargento Stubby con sus medallas


Allá por el año 1917, en el estadio Yale Field, en Connecticut, Estados Unidos, caminaba sin rumbo fijo Stubby, quien pronto llamó la atención de unos soldados que se encontraban haciendo ejercicios de entrenamiento en ese campo de béisbol porque pronto viajarían a Europa para actuar en la guerra. En seguida, se hizo amigo de todos los soldados y, en especial, del cabo Robert Conroy, a punto tal que, cuando el 1020 Regimiento de Infantería partió hacia Europa, éste se llevó a Stubby escondido junto con él.

Stubby era ─ en verdad ─ un perro callejero, una cruza de Pitbull con Terrier francés, de pelaje marrón y blanco, quien se garantizó su incorporación a la 26ta División de Infantería cuando levantó su pata derecha y la colocó sobre su párpado, como queriendo hacer la venia militar, para saludar a los oficiales durante el viaje en barco. Cuando desembarcaron en el puerto de Saint-Nazaire, en la costa oeste de Francia, Stubby ya era la mascota de la división “yanqui”. Conroy lo llamó así porque era bajito y regordete y es que eso es lo que stubby significa en inglés.

El sargento Stubby de perfil


Sin saberlo, Stubby se desempeñó formidablemente como miembro de la 26ta División y por sus hazañas de guerra fue el primer perro ascendido al rango de sargento.

En febrero de 1918, la 102ª se encontraba en Chemin des Dames, en la zona oeste de Francia, donde esperaban que los alemanes atacaran de un momento para otro. Stubby y Conroy estaban apostados cerca del río Marne. A mediados de marzo de ese año, comenzaron a llover bombas con gases tóxicos, ataque que duró un día entero. Stubby y Conroy sobrevivieron por llevar máscaras anti-gas y Stubby, dado que los perros tienen un olfato mucho más desarrollado, quedó sensible a ese olor, lo que le permitió salvar a sus hombres de un ataque similar: una mañana, la tropa se encontraba dormida, cuando los alemanes volvieron a lanzar artillería con gases tóxicos. Stubby identificó ese olor de inmediato y se puso a ladrar y a morder a sus compañeros hasta despertarlos: en definitiva, los salvó y eso le valió su primer rango militar: cabo primero.

Stubby ya era un miembro oficial del ejército y, como tal, participaba de las patrulladas por los distintos territorios liberados, es decir, donde no había ejército apostado. Una vez, los alemanes lo hirieron en una pata… una de sus primeras heridas de guerra.

Pero Stubby se convirtió en un soldado muy útil… ya que ayudaba a encontrar a soldados heridos o muertos en el campo de batalla y a identificar espías enemigos. Una vez, identificó a un espía alemán que había estado cartografiando las posiciones estadounidenses. Cuando los soldados estadounidenses lo atraparon, le sacaron una cruz de guerra alemana y se la dieron a Stubby. Por esta hazaña tan importante, lo ascendieron al rango de sargento y así se convirtió en el primer perro con ese rango militar. En Chateaux Thierry, unas mujeres le hicieron una manta de la que colgaron todas sus medallas e insignias.

El sargento Stubby con un oficial del ejército

El sargento Stubby condecorado

Imagen / «_Lisa_».


Stubby participó en diecisiete batallas en Europa, donde permaneció un año y medio. Se transformó en un héroe nacional y llegó a conocer en persona a tres presidentes estadounidenses durante su mandato: Harving, Coolidge y Wilson y, cuando Conroy fue a estudiar derecho a la Universidad de Georgstown, Stubby se convirtió en la mascota oficial de dicha universidad. También, lo nombraron socio vitalicio del YMCA (la asociación cristiana de jóvenes), miembro de la Cruz Roja y la legión estadounidense.

Murió en 1926, mientras dormía, en los brazos de Cornoy. En la actualidad, se encuentra exhibido con todas sus condecoraciones en el Museo Smithsonian de la Historia de Estados Unidos, junto con la paloma  Cher Ami y otros personajes de la Gran Guerra. La exhibición se llama: el precio de la libertad. Estadounidenses en guerra.

Ladrillo en memoria a Stubby

Ladrillo en memoria al sargento Stubby


Él no lo sabía, pero la historia le tenía guardado un lugar importante. Pasó de ser un perro callejero y errante a un héroe de guerra… todo gracias a su coraje y carisma, pero gracias también a Conroy, que lo adoptó como mascota. Stubby lo logró también con un poco de ayuda de sus amigos.

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Laura Kluger

Laura Kluger es una escritora creativa aficionada a las historias de animales, ya sean basadas en imaginación o en animales famosos de la vida real.

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