Congo, el artista chimpancé admirado por Miró, Picasso y Dalí
Siempre me ha resultado difícil establecer qué es el arte y qué no. En más de una oportunidad, estuve parada frente a cuadros que me transmitieron un sinfín de sensaciones y frente a otros que no me dijeron absolutamente nada. Lo mismo podría decir de la música, la danza, el teatro y el cine, y la literatura. Pero, ¿qué es en definitiva el arte? ¿A quién se le puede llamar artista? Nuestra subjetividad puede dar lugar a infinitas respuestas que nos llevarían a múltiples conclusiones, que de seguro serían todas correctas para cada uno de nosotros.
Desde mi punto de vista (y creo que desde el de muchos), el arte es aquello que puede llegar a conmovernos y hacernos apreciar la vida desde otro punto de vista. Es aquello que puede servirnos para modificarnos y modificar nuestro entorno. Es aquello que nos invita a disfrutar y a conectarnos con nuestros sentidos.
Tal vez, por ese motivo, a Salvador Dalí, a Joan Miró y a Pablo Picasso les haya gustado la obra de Congo, un chimpancé que pintó unos cuatrocientos cuadros de arte expresionista abstracto a fines de la década del 50.
Cuadro de mono pintando
Al parecer, Picasso tenía uno de los cuadros de Congo colgado en su casa de París y Salvador Dalí llegó a elogiar los cuadros de Congo en detrimento de los de Jackson Pollock. También, Joan Miró intercambió bocetos suyos por uno de este mono artista. En 2005, tres de los cuadros de Congo de 1957 se subastaron en 26.000 dólares en la prestigiosa casa Bonhams de Londres. En esa misma subasta, se ofrecieron cuadros de Botero, Renoir y Andy Warhol, que no se vendieron. Howard Hong, el coleccionista que compró las obras de Congo, aseveró que sus cuadros se parecían a los primeros trabajos de Kandinsky y, por eso, quedó maravillado con ellos.
Cuadro de Congo
Dado que Congo pudo consagrarse como artista, cabe hacernos las siguientes preguntas: ¿cuándo inicia el arte? ¿Cuáles son las primeras formas de arte? ¿Es el arte inherente al ser humano o le antecede? ¿Dónde se traza la línea?
Desde el punto de vista antropológico, el arte es una forma de cultura y comienza cuando nuestros antecesores, los Australopitecos, lograron pararse sobre sus patas traseras y liberar sus manos para la creación. A los Neandertales, otros de nuestros antecesores, pero ya más evolucionados que los Australopitecos, se les atribuyen las primeras pinturas rupestres y a eso se lo denomina arte. Entonces, independientemente de quién haya creado una obra, si nos conmueve y nos gusta, ¿con eso no basta? Yo creo que sí.
Cuadro de Congo
Congo comenzó a pintar a raíz de un estudio del etólogo inglés Desmond Morris, quién fue mucho más atrás en la cadena de la evolución y aseguró que los monos también tienen sensibilidad artística. En 1956, decidió enseñarle a pintar y dibujar a Congo, un chimpancé de dos años de edad. Y, sorprendentemente, éste se puso a pintar y a pintar. De a poco, fue encontrando la manera de sujetar el pincel con su dedo índice y su dedo pulgar, ya que algunos monos también tienen pulgares opuestos como nosotros, aunque no tan perfeccionados. Como parte de la investigación, Morris le proporcionó a Congo hojas en blanco y hojas con formas geométricas, y en estas últimas, no se salía de las formas. En las hojas en blanco, pintaba siempre en el centro y en las hojas con múltiples formas geométricas hacía un trazo dentro cada una de ellas, lo que demostró que tenía un propósito y no pintaba manchas azarosamente. Más aún, se comprobó que los cuadros de Congo tenían un tema o patrón que se repetía en distintas obras, lo que demostró también que él había desarrollado su estilo propio. En algunos cuadros, pintaba una forma de abanico de abajo hacia arriba y en otro, innovó pintándolo de arriba hacia abajo. Se molestaba si se lo interrumpía mientras pintaba y, cuando él daba por finalizada una obra, no se lo podía convencer de que continuara pintando. Era preciso darle a Congo los colores separadamente porque sino los mezclaba todos y no podían distinguirse. Morris recogió los resultados del estudio en su libro La biología del arte. Además, organizó una exposición de las obras de Congo junto con las de otros chimpancés en el Institute of Contemporary Arts (Instituto de Arte Contemporáneo de Londres).
Otro pensador que coincide con Morris es el filósofo israelí Ben Amí Scharfstein, quien en su libro Pájaros, elefantes y otros artistas, dice que el arte no es intrínseco al ser humano y que tanto humanos como animales pueden crear patrones temáticos y simetrías.
Me alegra personalmente que Congo haya desarrollado su veta artística gracias a Desmond Morris y que con su arte haya enriquecido y alegrado la vida de otros. Ése es uno de los fines que persigue el arte después de todo. La belleza es subjetiva y depende siempre de los ojos con los que se la contemple.

Laura Kluger

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I enjoyed this story very much!
We are glad you did! I enjoyed writing and doing research about Congo. Thank you for your comment!
Leyendo esta bella historia me doy cuenta que suceden muchas cosas en nuestro planeta muy difíciles de entender-
¡¡¡Congo un gran artista!!!
Es cierto, muchos cosas que acontecen son difíciles de entender. Pero, tal vez, en el mundo del arte, no se trate de entender sino de sentir. En el el arte, todo es posible, todo puede suceder… Congo fue un gran artista y así lo demostró. ¡Gracias por tu comentario!
De acuerdo con Ud., estimada Laura!!!. Maravillosa historia, que no conocía y que compartiré con mis amigos y familia.
Jamás había escuchado de este personaje, ¡es enserio muy curioso lo que se puede ver a nuestro alrededor! sólo hay que sentir más, a veces la razón nos impide ver sucesos como estos, el arte enserio es sorprendente